lunes, 13 de abril de 2009

Breve relato


"Me postro reverentemente con mi cuerpo, con mi habla, con mi mente y con mi espíritu y me ofrezco a aquel que me necesita.

Declaro todas las acciones negativas que he acumulado desde el principio del tiempo
y me regocijo en los méritos de todos los seres vivos.

Por favor, permanece hasta que acabe la liberación y haz girar la rueda de la ley natural para todos los seres. Dedico mi tiempo, mis méritos y los compartidos a la gran iluminación."

Zen-Shiatsu (algo más sobre la actitud del terapeuta)




Brindarse desde el corazón despierto

Debemos volver a la fuente. Es imprescindible volver a la esencia de los antiguos sanadores donde desarrollar el sentimiento de profunda compasión por el sufrimiento de todos los seres y desterrar por completo la rutina de convertirse en autómatas mecánicos de cuerpos, recuperando el espíritu de ser un instrumento de sanación, como decía San Francisco de Asís.

Este método debe ser tan beneficioso para el terapeuta como para el receptor de la terapia, debe incluir factores que permiten al terapeuta desenvolverse de una forma postural correcta donde la energía pueda fluir libremente sin resistencias la cual permite que luego de la terapia se sentirá muy armonizado y energizado. Otra característica importante es la particularidad de no prefijar la duración de la terapia, ya que esta culmina cuando el terapeuta discierne comprobando que el receptor se ha armonizado o ha alcanzado los objetivos previstos de acuerdo al diagnostico, tanto el receptor como el terapeuta deberán estar mas halla del factor tiempo.

Zen-Shiatsu y la actitud del terapeuta




Es la actitud meditativa del terapeuta en el momento de realizar el masaje, similar al estado que se logra en meditación Zen: el terapeuta desarrolla una atención relajada a la vez que se mantiene atento para poder percibir las reacciones y señales del cuerpo del paciente y del propio.

La respiración y concentración durante la práctica se realizan sobre el Hara (abdomen inferior), la raíz espiritual del hombre, ya que la Energía Universal creadora de todo lo que existe se manifiesta allí siendo nuestra vía de conexión con lo Superior. Al actuar desde el Hara se hace desde la paz, el equilibrio y desde lo más puro del ser.

Además el Ki vital del hombre se concentra en esta región y al respirar sobre ella se distribuye por el sistema de meridianos para expandirse y emerge a la superficie del cuerpo, que es con lo que el terapeuta realiza las presiones (dedos, manos, codos, etc.).

Por lo tanto el Zen-Shiatsu es mucho más que un simple masaje: es una forma natural de estimular la capacidad de autoregulación con la que todo ser vivo fue Creado.
Su objetivo es lograr un bienestar físico, mental, emocional y espiritual y prevenir las enfermedades como así también colaborar en su curación.

Zen-Shiatsu (su aplicación)


En esa empatía que se establece entre paciente-terapeuta, empatía hacia el KI del paciente, unidad a nivel de corazón, cuerpo y subconsciente el paciente guía al terapeuta acerca de lo que va experimentando como respuesta a su acción durante la sesión. El cambio se logra cuando el paciente en el momento adecuado, consigue tomar una actitud proactiva, haciéndose protagonista y llevando adelante su proceso de sanación progresivo y modificar sus patrones negativos de conducta.

Zen-Shiatsu...en el camino.

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