martes, 25 de agosto de 2015

DESHACIENDO EQUÍVOCOS


Si usted quiere milagros, no busque el Budismo. El supremo milagro para el Budismo es que usted lave su plato después de comer. Si usted quiere curar su cuerpo físico, no busque el Budismo. El Budismo solo cura los males de su mente: ignorancia, cólera y deseos desenfrenados. Si usted quiere encontrar empleo, o mejorar su situación financiera, no busque el Budismo. Usted se decepcionará, pues él le va a hablar sobre desapego en relación a los bienes materiales. No confunda, sin embargo, desapego con renuncia. Si usted quiere poderes sobrenaturales, no busque el Budismo. Para el Budismo, el mayor poder sobrenatural, es el triunfo sobre el egoísmo. Si usted quiere triunfar sobre sus enemigos, no busque el Budismo. Para el Budismo, el único triunfo que cuenta, es el del hombre sobre si mismo. Si usted quiere la vida eterna en un paraíso de delicias, no busque el Budismo, pues él le matará el ego aquí y ahora. Si usted quiere masajear su ego con poder, fama, elogios u otras ventajas, no busque el Budismo. La casa de Buda no es la casa de la inflación de egos. Si usted quiere la protección divina, no busque el Budismo. Él le enseñará que usted solo puede contar consigo mismo. Si usted quiere un camino para Dios, no busque el Budismo. Él le lanzará al vacío. Si usted quiere alguien que le perdone sus faltas, dejándolo libre para errar de nuevo, no busque el Budismo, pues él le enseñará la implacable ley de Causa y Efecto, y la necesidad de una autocrítica consciente y profunda. Si usted quiere respuestas cómodas y fáciles para sus indagaciones existenciales, no busque el Budismo. Él le aumentará sus dudas. Si usted quiere una creencia ciega, no busque el Budismo. Él le enseñará a pensar con su propia cabeza. Si usted es de los que piensan que la verdad está en las escrituras, no busque el Budismo. Él le dirá que el papel es muy útil para limpiar la basura acumulada en el intelecto. Si usted quiere la verdad sobre los discos voladores o sobre la civilización de la Atlántida, no busque el Budismo. Él solo le revelará la verdad sobre usted mismo. Si usted quiere comunicarse con espíritus, no busque el Budismo. Él solo puede enseñarle a comunicarse con su verdadero yo. Si usted quiere conocer sus encarnaciones pasadas, no busque el Budismo. Él solo le puede mostrar su miseria presente. Si usted quiere conocer el futuro, no busque el Budismo. Él solo le va a mandar prestar atención a sus pies, mientras usted camina. Si usted quiere oír palabras bonitas, no busque el Budismo. Él solo tiene el silencio para ofrecer. Si usted quiere ser serio y austero, no busque el Budismo. Él le va a enseñar a saltar y a disfrutar. Si usted quiere saltar y divertirse, no busque el Budismo. Él le enseñará a ser serio y austero. Si usted quiere vivir, no busque el Budismo, pues él le enseñará a morir. Reverenda Yvonette Silva Goncalves.

Consumirnos por completo


Para no dejar ninguna huella, cuando se hace algo, hay que hacerlo con todo el cuerpo y con toda la mente. Hay que concentrarse en lo que se hace. Hay que realizarlo por completo, como una hoguera bien encendida. La hoguera ha de arder por completo. Cuando uno no se quema por completo, queda siempre huella de uno mismo en lo hecho. Quedan restos que no se han consumido. La actividad del Zen es la que acaba consumida por completo, sin que quede más que cenizas. Shunryu Suzuki.

lunes, 24 de agosto de 2015

La verdadera naturaleza de las cosas.


Suele decirse que la verdad o realidad no puede expresarse con palabras o transmitirse a través del lenguaje. Esta es, también, una de las creencias comunes en la tradición zen. Hay una frase que dice: " Sentir el frío y el calor por uno mismo" De manera que por más que alguien nos cuente como es la temperatura del agua, para no dejarse influir por las palabras, habrá que sumergirse y experimentarlo por uno mismo. Dentro de la tradición zen es importante entender las cosas por uno mismo a través de experiencias personales directas. Es importante que las personas experimenten de forma directa a través de los sentidos de la vista, el oído, el gusto y el tacto. Las palabras tienen una capacidad limitada para transmitir las experiencias directas. La tradición zen reivindica que es imposible explicar con palabras los sentimientos y los conocimientos igual que no es posible explicarse lo que hay en la mente ni que se siente al lograr el despertar. Por eso, se habla en "no confiar en las letras", "transmisión fuera de las escrituras" y "transmisión de corazón a corazón" (http://arbolzen.blogspot.com.ar/)

Todo va contigo.


El espíritu que encontramos en la cima de la montaña es el espíritu que llevábamos. (http://arbolzen.blogspot.com.ar/)

La costura del Rakusu


Debo coser mi rakusu con retazos de egoísmo, orgullo, miedo, prejuicios, deseos, contradicciones... Sé que si aprendo a observar sin juicios estos trozos de tela me mostrarán mi verdadero rostro. (http://arbolzen.blogspot.com.ar/)

miércoles, 19 de agosto de 2015

El "día a día" es tu campo de pruebas


La separación te aleja de la Realidad La búsqueda del despertar tiene como objetivo último alcanzar la unión con el Todo, volver al origen de nuestro Ser, más allá de la mente, más allá del tiempo y del espacio. Entonces, ¿cómo es posible conseguir eso "sólo a ratos"? No llegará un mañana en el que puedas despertar. No habrá otra oportunidad más que la que tienes delante, aquí y ahora. Da igual que estés leyendo un libro, haciendo la compra, paseando por el campo o trabajando en la oficina. No separes unos momentos de otros, porque la separación te aleja de la Realidad. Y no habrá una segunda oportunidad en el futuro. No existe tal futuro. Actúa de una manera íntegra en todo momento, presta atención al mundo que te rodea del mismo modo que prestas atención a tu respiración mientras meditas. El mundo también es tu respiración, también está en ti. No necesitas interpretar ningún papel ni "jugar a ser" nadie. No necesitas mentirte, ni mentir a quienes te rodean. Vive la vida y se consciente de cada momento, sin esperar a un futuro mejor. No necesitas alejarte del mundo, ni abandonarlo todo. Ya eres libre, aquí y ahora.