martes, 18 de noviembre de 2014

Tu mundo nunca fue tuyo


Tu mundo nunca fue tuyo Este es el primer hecho que hay que aceptar para superar el miedo a la pérdida y, sin ninguna duda, es una de las cuestiones más difíciles de aceptar para el "yo". Saber que toda tu historia personal, lo que has sido, lo que crees ser y lo que "serás" es tan sólo una interpretación, un conjunto de ideas que rondan tu mente y que, en algún momento, has aceptado como reales, puede hacer que todo tu mundo se vuelva boca abajo. Pero ese es precisamente el camino: afronta la verdad, acepta que el mundo que te rodea, tu historia, tu cuerpo y tu propio "yo soy" son algo pasajero, transitorio, que no van a estar siempre ahí. Esta aceptación que, en un principio, puede parecer algo terrible, en realidad te otorgará algo mucho más valioso que el mundo: la paz interior, aquí y ahora. Acepta la impermanencia del mundo y será entonces cuando podrás disfrutar cada instante, pues lo harás sin pasado ni futuro, sin expectativas, sin miedo