miércoles, 22 de abril de 2009

LA NATURALEZA DEL DAR Y RECIBIR



El dinero es un símbolo de la energía vital que intercambiamos y ulizamos con frecuencia. También se le llama moneda “corriente”, porque refleja la naturaleza fluida de la energía. Por lo tanto, si impedimos la circulación del dinero, si nuestra única intención es acapararlo y aferrarnos a él, impediremos también, puesto que el dinero es energía vital, que éste vuelva a circular en nuestra vida. Para que esa energía fluya constantemente hacia nosotros, debemos mantenerla en circulación. Al igual que un río, el dinero debe mantenerse en movimiento, o de lo contrario comenzará a estancarse, a obstruir, sofocar y estrangular su propia fuerza vital.
La circulación lo mantiene vivo y vital.

Toda relación es una relación de dar y recibir. El dar engendra el recibir, y el recibir engendra el dar. Lo que sube debe bajar; lo que se va debe volver. En realidad, dar es lo mismo que recibir, porque dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de la energía en el universo. Y si detenemos el flujo de alguno de los dos, obstaculizaremos la inteligencia de la naturaleza.

En toda semilla está la promesa de miles de bosques. Pero la semilla no debe ser acaparada; ella debe dar su inteligencia al suelo fértil. A través de su acción de dar, su energía invisible fluye para convertirse en una manifestación material. Cuanto más demos más recibiremos, porque mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra vida.
Todo lo que tiene valor en la vida se multiplica únicamente cuando es dado.