miércoles, 22 de junio de 2016

Quedarse en silencio.

Quedarse en silencio consigo mismo es una de las cosas más difíciles, la inquietud mental es un obstáculo increíblemente duro y persistente. Los pensamientos circulares, los pensamientos obsesivos, los temores, las preocupaciones, el aburrimiento, el sueño, los anhelos, la culpa, la pena, el deseo, el cansancio, el dolor, todo absolutamente todo está ahí. Por supuesto, para barrer la casa hay que sacar la escoba, no es suficiente con desear que esté limpia, hay que trabajar. Ahí es donde comienza el ejercicio cotidiano, maravillosamente rutinario de tomar conciencia y sentarnos, no esperando nada ni siquiera el silencio.