Un largo tiempo atrás, hace más o menos 2600 años, cerca de la frontera con Nepal, una persona llamada Siddhartha simplemente levanto una flor delante de la asamblea. Ellos esperaban sus palabras, y así todos quedaron en silencio profundo.
Menos uno de ellos, quien sonrió ampliamente.
Allí, en esa experiencia de ese levantar la flor y esa amplia sonrisa en expresión y comunicación íntima, surge lo que hoy llamamos "el Zen".
Siddhartha frente a esa respuesta dice: "te entrego la esencia de mi realización, visión y enseñanza".